mayo 14, 2015

Ánimo de chola

Desolada, asolada. Dos palabras que huelen a pólvora, a sangre, que se vierten en las aceras, que se cuelan entre las camas de hospital.
Este espacio intenta hablar de la ciudad cuya luz es amable, en la acepción perfecta de lo digno de ser amado. Este espacio fue creado pensando en las buenas historias que Caracas mantiene ocultas entre sus vericuetos. Pero cada vez se me hace cuesta arriba toparme con algo que me reconcilie con esta sultana de velos desgarrados y traje echo jirones.
Sin tacón sigue. Hoy no sé, estoy anímicamente a nivel de chola.
Mejor huyo y veo fotos de la Caracas del siglo pasado.
(Seguro borraré este post en dos días cuando amanezca de nuevo y el cielo brillante de mi Caracas enmarcando el Ávila me saque sonrisas sanadoras)

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