marzo 18, 2015

Ejercicio simple para un patriota (poco) cooperante

Salúdense respetuosamente. [Total, son compatriotas]
Tengan una actitud abierta, franca y dispuesta al diálogo y a la concertación. [Aunque suene a eslogan de la Cuarta República o de los tiempos que fueron mejores y ahora nos duele admitir]
Empiece el ejercicio con su patriota cooperante: pregúntele la edad y sugiérale que se dirija mentalmente a aquella vez que hizo mercado con su sueldo de la "primera pega". [Sea amable, sonría e intente mover también su propia melancolía, eso contagia el ánimo]
Imite, con su mejor voz, a aquellas viejas cuñas de marca de electrodomésticos, de productos de limpieza. Esos pegajosos jingles de servicios, marcas y productos que son parte de nuestra idiosincrasia. [Obvie cualquier intento del patriota de boicotear el ejercicio con la perorata del consumismo y el capitalismo salvaje. Salte con el "tucutucu-tucutú", sonría, tome su cigarrillo imaginario, inspire, suelte el aire y dígale si lo recuerda, en la playa, una Semana Santa]
Pregúntele por el precio de su primer par de bluejean comprado en Margarita, de su sueño más preciado cuando tenía 20 años, de su mejor salida con esa persona especial cuando tenía 25  [Esté preparado si le salta con el cuento del "pelabolismo" de los pobres de la patria, la gente de la "jai" y sus abusos, la explotación y demás frases clichés de su mente alienada por VTV]
Enfóquese en todas las ideas asociadas a esa simpleza que significaba trabajar para darse sus gustos: comer con la pareja (el resuelve, el cacho, la amiguita, la comadre...). Sacar a pasear a los muchachos. Comprarse "una vainita de vez en cuando". Disfrutar del sancocho en ese río sin sobresaltos ni miedo. Irse de rumba y regresar a su casa entero, sin contratiempos o amanecer en la calle sin ser parte de una estadística nefasta.
Recuérdele cuando hablar del gobierno era práctica común y la gente se reía desde los espacios de la televisión hasta en la cola para sellar el cuadro del 5 y 6.
Hágale el favor de traerle a la memoria todo lo que tuvo y también perdió el día que le metieron en la cabeza una palabra extraña como Socialismo, a él, patriota (poco) cooperante del mal vivir, la zozobra y el resentimiento.
Bríndele un refresco, llévelo a un cybercafé y muéstrele la realidad que le ocultan. Haga patria, despierte la conciencia de su compatriota y háblele mucho. Que su apostolado sea convertir y poner salvo a los ciudadanos que están fanatizados por el odio. 
Déle un abrazo y dígale: ¡Pa' lante compatriota, abra los ojos, coma avispa para que no lo pique cigarrón!

No hay comentarios: